Nuzio Terrano

No hay ninguna duda, que para los que ven por primera vez las obras de Nuzio Terrano, es difícil no quedarse atrapado. Eso pasa, no por extrañas alquimias, sino por el extremo mimetismo que sus cuadros expresan. La afición a lo real por parte de los artistas, como también otras exigencias expresivas, han sido desde siempre manifiesto del deseo inconsciente de la naturaleza humana. Hay que especificar que la propensión al hiperrealismo de Nuzio Terrano, hoy definida como el extremización de la mimesis ( termine griego que significa imitación de la realidad y de la naturaleza), no se manifiesta solamente en la reproducción fotográfica, ya que el usa ese soporte para la creación de sus objetos, sino llega a ser un pretexto por una interpretación personal concentrada en dos instancias.

La primera, llena de su modus vivendi, reflexiva y tranquila, es la necesidad de expresar con sus dibujos la persona humana con una lectura etnográfica, en la que emerge la cotidianidad y las maneras de vivir de pueblos, muchas veces lejanos de nosotros, para restituirle el anima gracias a un idea visiva de los lugares y también de las personas.

La segunda, es la interpretación personal que el pintor manifiesta en el dibujo: las imagenes de los paisajes y de las figuras que saca de las fotografías, son usados para cuestiones de comodidad practica y logística, pero también de "proto- objetos", en los cuales la mimesis conquista un valor identificativo interior: las caras de las personas, sus posturas, objetos como instrumentos, joyas, adornos y las tonalidades de colores en el fondo, que mutan gracias a variaciones de particulares que son más sensibles.

Esta modalidad no es solo una comodidad tecnica, sino, ampliada gracias a la modificación de los objetos caracterizados de la misma ambientación y de el mismo temario, permite al pintor crear partes de un romance visible, de rasgos verosímiles que, una vez unidos, constituyen un múltiple enredo de acontecimientos de una misma trama. Pero no es todo. El personal hiperrealismo de Terrano es enriquecido en sus peculiaridades de una sutil veladura atmosférica, capaz de cambiar la concreticidad en percepción visible de la realidad, desbordando, aunque si levemente, en un romanticismo señalado.

A eso se sume una pericia extrema, casi lenticular, en la definición de los detalles de la pintura, también los más minuciosos, inspirándose al realismo del siglo XV de los pintores holandeses.

Precisión, búsqueda del detalle, desde el realismo hasta la perfección, para Nuzio Terrano no son solamente medios prácticos para dibujar, sino, en un plan ideal, llegan a ser estímulos que lo permiten concretizár en la mente el imagen de los objetos ya terminados, listos para ser insertados en una de las tantas historias lejanas.

Siro Perin